ROBIN HOOD
En tiempos de antaño , vivía un arquero llamado Robin Hood en una humilde casita cerca de la ciudad de Nottingham. El Sheriff de Nottingham
siempre le obligaba a pagar los impuestos pero, Robin no estaba de acuerdo con la ley establecida. Así que, un día, cuando Robin volvía de un
largo día de trabajo para descansar, se encontró con que el Sheriff y sus ayudantes le estaban desmontando la casa y llevándose todo cuanto en-
contraban en su interior. Le quitaron el dinero, la comida, ¡hasta las tejas!. Robin, muy enfadado dijo:
- ¡Pero qué es esto!
- ¡Ah, como tú no pagas las deudas, te hemos quitado todo! - dijo el Sheriff.
- ¡Me vengaré! - respondió Robin.
Así es como Robin tomó la decisión de reunirse con los habitantes de los alrededores de Nottingham y entre todos tratar de hallar una solución
a este problema que afectaba a todos de igual modo. Surgieron muchas propuestas, de las cuales decidieron que la que más le dolería al Sheriff
sería que asaltaran sus carretas, ya que en ellas transportaban todo el dinero que recaudaban a los pobres campesinos. Este dinero lo repartió entre
sus dueños, los cuales se lo agradecian mucho. De este modo, la fama de Robin fué creciendo y cada vez se le iban acercando más campesinos
deseosos de colaborar con él contra esa injusticia.
Se ganó muchos amigos pero, a la vez, muchos enemigos. El peor era el Sheriff, que hacía todo lo posible para capturarle, cosa que era imposi-
ble porque Robin y sus amigos decidieron esconderse en el espeso bosque de Shergood. Allí era un líder, pero fuera se convirtió en un " fuera
de la ley" y ofrecían enormes recompensas por su captura vivo. Cosa que nunca consiguieron porque, tenía mucha gente que le quería y le
protegía.
siempre le obligaba a pagar los impuestos pero, Robin no estaba de acuerdo con la ley establecida. Así que, un día, cuando Robin volvía de un
largo día de trabajo para descansar, se encontró con que el Sheriff y sus ayudantes le estaban desmontando la casa y llevándose todo cuanto en-
contraban en su interior. Le quitaron el dinero, la comida, ¡hasta las tejas!. Robin, muy enfadado dijo:
- ¡Pero qué es esto!
- ¡Ah, como tú no pagas las deudas, te hemos quitado todo! - dijo el Sheriff.
- ¡Me vengaré! - respondió Robin.
Así es como Robin tomó la decisión de reunirse con los habitantes de los alrededores de Nottingham y entre todos tratar de hallar una solución
a este problema que afectaba a todos de igual modo. Surgieron muchas propuestas, de las cuales decidieron que la que más le dolería al Sheriff
sería que asaltaran sus carretas, ya que en ellas transportaban todo el dinero que recaudaban a los pobres campesinos. Este dinero lo repartió entre
sus dueños, los cuales se lo agradecian mucho. De este modo, la fama de Robin fué creciendo y cada vez se le iban acercando más campesinos
deseosos de colaborar con él contra esa injusticia.
Se ganó muchos amigos pero, a la vez, muchos enemigos. El peor era el Sheriff, que hacía todo lo posible para capturarle, cosa que era imposi-
ble porque Robin y sus amigos decidieron esconderse en el espeso bosque de Shergood. Allí era un líder, pero fuera se convirtió en un " fuera
de la ley" y ofrecían enormes recompensas por su captura vivo. Cosa que nunca consiguieron porque, tenía mucha gente que le quería y le
protegía.